El gobernador del Beni, Alejandro Unzueta, inauguró el encuentro con autoridades y empresarios de este departamento con sus similares de Rondonia (Brasil), en Guayaramerín, en procura de concretar el anhelado puente Bolivia-Brasil, así como un puesto de control fronterizo en Puerto Ustárez, obras que dinamizarán el flujo económico y comercial en la macrorregión.
La autoridad beniana, expresó su confianza que ese encuentro marcará un antes y un después producto de la lucha binacional sustentada en el Tratado de Petrópolis de 1903.
Una de las ventajas que tiene el Beni son los más de 2.000 kilómetros lineales de frontera con el Brasil, por eso la importancia de hacer realidad el puente, que es un sueño de más de 120 años para conectar esta región con la primera potencia agroindustrial de Sudamérica.
Resaltó que el Beni tiene cinco rutas de integración bioceánica para facilitar el comercio internacional, para lo cual se tiene la autorización para consolidar puertos aduaneros, lo que se complementa con 760 kilómetros de asfalto.
“Esperemos que en febrero se inicie la construcción tan anhelada del puente binacional que va generar una mayor integración”, manifestó.
El diputado federal de Brasil, Lucio Mosquini, enalteció el trabajo que se constituye en un ejemplo de la lucha incansable de Unzueta para gestionar la construcción del puente que conectará Guayaramerín (Beni) y Guajará-Mirim (Rondônia) para fortalecer los lazos de integración en distintas áreas.
El presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas del Beni, Fernando Romero, se refirió a la larga data del proceso de integración con Rondonia y consideró de histórico la realización de ese encuentro para trazar líneas de acción.
“La integración de Rondonia y el Beni va definir el desarrollo beniano de los próximos 50 años”, aseguró a tiempo de instar a ponerse las pilas para fortalecer la hermandad y el intercambio comercial en ambas regiones.